Nuestra historia
Inclusive Action for the City (antes conocida como Leadership for Urban Renewal Network - LURN) se fundó en 2008 como laboratorio de iniciativas innovadoras de desarrollo comunitario.
Los fundadores de la organización, un grupo multidisciplinar de jóvenes profesionales, querían inyectar creatividad, innovación y audacia a los principales esfuerzos por aliviar la pobreza y mejorar la calidad de vida de los residentes en barrios de bajos ingresos; esfuerzos que históricamente se han emprendido sin un sentido de urgencia. Es más, las iniciativas tradicionales a gran escala para catalizar la "renovación urbana" en las comunidades negras y marrones estaban manchadas de racismo. Los fundadores de nuestra organización querían "reivindicar" estas iniciativas y centrarlas en la equidad y en las experiencias de las comunidades marginadas.
De este modo, Inclusive Action for the City se fundó para crear prototipos de nuevas formas de abordar la desigualdad de ingresos, invertir en el entorno construido y mejorar la calidad de vida de los residentes. El trabajo de la organización se basa en la creencia de que el desarrollo equitativo de la comunidad debe empezar por involucrar a los verdaderos expertos de la ciudad: los residentes que han vivido en ella durante muchos años.
En los primeros años, este "laboratorio para la ciudad" estuvo impulsado por voluntarios. La reunión original (y muchas de las posteriores) fue organizada por Alfred Fraijo, natural de Boyle Heights y abogado especializado en ordenación del territorio, que reunió a una muestra representativa de profesionales que dedicaban su tiempo libre a concebir un desarrollo comunitario impulsado por la equidad y transformador. Tras constituir la organización y obtener el estatus de organización sin ánimo de lucro, Alfred y los miembros fundadores que reunió, entre los que se encontraban Ginger Hitzke, Rudy Espinoza, Ricardo Mireles, Reagan Meachling y otros, organizaron reuniones temáticas y encuentros sociales para poner de relieve cuestiones importantes de la ciudad como la vivienda asequible y el desarrollo de pequeñas empresas. Los fundadores también se asociaron con universidades locales para estudiar cuestiones que afectaban a los barrios de bajos ingresos, como la criminalización de los vendedores ambulantes.